La escencia...

Consideramos al relato de una experiencia de pesca con mosca, como algo extremadamente sensorial. Desde lo visual y literario, cada salida de pesca se expresa libre de egoísmos, despojados de los espejismos de las recetas y con la permanente e inefable búsqueda de lo bueno, lo puro y perfecto.

Pensamientos junto al rio. La falacia de la competencia.

El arte es búsqueda. Es crítica y crecimiento. Es hacer lo mismo que decenas de miles… pero distinto. Y cada una de ellas, diferente a la otra. Es el poder... de ver lo crudamente real, como  una expresión única e irrepetiblemente bella.  Es hallar la paz de tu espíritu, cuando expresas cada ímpetu creativo.  



Considerar un deporte esta actividad... es por lo menos un error conceptual. Aquí... no hay adversario notificado y francamente declarado. Nuestra pesca así declarada, terminaría siendo un acto de egoísmo puro.  No pudiendo evitar sentirme como aquel que le juega carreras al viento. Como podríamos considerarla un deporte si acá... no hay vencedores, tampoco vencidos. Al pez solamente le basta con la sobre vida. A nosotros... con la captura. Donde esta el triunfo, quien es el héroe, quien el vencido?.

Tal vez... el adversario, sea uno mismo. Tal vez, la competencia preestablecida sea, a nuestras limitaciones físicas, nuestros fracasos intelectuales, el escaso y perdido instinto, nuestro irrespetuoso implante ante lo natural y el exacerbado y destructivo ego individual.


He escuchado a algunos expertos... midiendo tamaños y cantidades. Intentando hacer de esto... una competencia.  Y este humilde y eterno aprendiz se cuestiona, porque esos expertos no estudian mas profundamente al pez, al ambiente y los elementos del mismo. Porque intentamos cada vez mas, alejarnos de la escencia de la pesca con mosca?.

Quien puede arrogarse cualidad de ponderar, cual trucha es mas importante que otra. Cual vale mas...si las decenas pescadas o mi única trucha perfecta.

Resulta tan importante, exponer el tamaño de un pez, para algunos?. Necesidades ancestrales de demostrar eficacia y fortaleza, aun siguen reflotando desde la masa inconsciente de algunos. El falso éxtasis del pescador eficaz, el que tiene los secretos para mantener a la tribu.

Por ello… vivo la pesca con mosca como  un arte incomparable y genial. Libre. Una expresión única,  despojada, rebelde, desenfrenada y en paz con todos los seres. Soñando que algún día mi pez, pueda entenderme. END



Autor: Jorge Aguilar Rech.
Edición: Jorge Aguilar Rech
Fotografía: Jorge Aguilar Rech y Pablo Aguilar Rech
BROWN TROUT ARGENTINA
Copyright 2015.
Todos los derechos reservados.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena reflexión Jorge. Ojalá sea leída por muchos mas. Abrazo

Jorge Aguilar Rech dijo...

Gracias Pablo. Simplemente y como mero aprendiz, observo este alejamiento de nuestra actividad de su escencia. La pesca con mosca debe renunciar al numero, al gramo y abrirse a la experiencia y crecimiento. La valoración del pez como único e irrepetible que junto a los elementos y a nuestra intervención, logra una ceremonia casi chamanica llamada captura.
La nuevas técnicas son altamente eficaces... gran número de moscas, gramos, capturas. Es exactamente lo mismo que comparar a un Mcdonald con un restaurant gourmet. O simplemente a un pintor de casas con un pintor de cuadros. La perca con mosca pinta cuadros no muros.